"La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea algo interesante" Paulo Coelho




resquicios de una morriña

viernes, 23 de marzo de 2012

 Y estar paseando a oscuras y no sentir miedo. Estar caminando en invierno y no sentir frío. Un día lluvioso que suele replegar los pensamientos más oscuros en las mentes más agoreras. Mientras que en la mía luce un sol propio que sonríe a un día líquido y gris.
Refugiada en mi gran abrigo de campaña, cobijada en mi capucha de pelo es mi propia melena la que se deja empapar por este día de ramos de paraguas multicolores. Las botas de agua invitan a pisar de charco en charco y tira porque me toca.
Una ligera llovizna invadía el lugar. Mucha gente agobiada por la situación corría de un lado para otro buscando evitar esa ligera amenaza. Sin embargo, yo ansiaba encontrarme con ella, ya que para mí no era una amenaza sino más bien una caricia, un susurro al oído que no decía nada y a la vez me hacía sentir todo.
Andando en el vacío de la calle desierta me paro a escuchar mi melodía interna… algo me dice que no estoy en mi ciudad, sino en un lugar donde todo es más puro, más verde, más húmedo… donde el ruido de los coches es sustituido por el cantar de los pájaros y donde hasta las plazas del centro de una ciudad esconden una historia propia de un romancero.
Lugar donde yo me enamoré por primera vez de un ente que siempre corresponde a mis peticiones pasionales y románticas. Nunca se agota de darme el cariño que tanto busco, porque hasta debajo de las piedras mojadas pienso que son las hadas del bosque las que me hablan de la dulzura, de la serenidad, del reencuentro con tu propia esencia.
Sigo con los ojos cerrados y sigo en ese sueño que tanto me fascina. Ese lugar por el que tanto suspiro y por el único por el que vale la pena dar todo cuanto tienes a relucir. Porque una persona te puede olvidar, un amor puede no ser como se pensaba. Sin embargo, una patria querida que nunca se marcha estará siempre ahí de la misma forma y con la misma sonrisa. Esperando a ser abrazada por los brazos de alguna chiquilla encandilada por su forma en que la mira, por su forma en que la espera, por la manera en la que la muchacha piensa que de todos los sueños por desear el único que pediría sería el de transformar su paraíso terrenal en un hombre al que besar, en lugar de la fresca hierba, con unas manos con las que enlazar las suyas, en lugar de acariciar la corteza de aquel árbol…
Abro los ojos y noto el recorrido del agua por mi frente, mis párpados, mis pómulos y mi cuello. No hay recompensa más placentera que unas gotas me hagan soñar despierta. Un día para recordar recuerdos húmedos en los que me encontraba sola en un bosque encantado, relajada en no pensar y preocupada en olvidar que el tiempo no se detiene. Aunque juraría que en ese momento la tierra se paró para mí…

4 comentarios:

Anónimo dijo...

genial

MERY dijo...

MUCHAS GRACIAS PERSONA MISTERIOSA jeje

Anónimo dijo...

Saudade <3

MERY dijo...

saudade de ti en estos días de lluvia :D