"La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea algo interesante" Paulo Coelho




PRUEBA SUPERADA!!

viernes, 27 de abril de 2012


El principio de todo siempre cuesta, solo por el hecho de que el ser humano es el animal que más se encariña de la estabilidad, de los momentos cotidianos y evidentes. Pero a veces el cuerpo te pide a voces salir de ese horario preestablecido para poder dominar sobre esa comodidad propia…
Me dispongo a salir a la calle y el frío es el primer tentador de la tarde… siempre amenazándome con el viento para que me dé la vuelta y me quede en casa. Pero hoy si que no estaba dispuesta a dejarme manipular, porque no había otra cosa que me entusiasmara más que el enfrentamiento de mi misma contra mi propia voluntad.
Llego al principio y me pongo los cascos, me coloco el polar y me ajusto las deportivas… solo es cuestión de ponerse a correr… como bien he dicho al comienzo, los principios son los costosos, pero no los únicos tramos que te lanzan dificultades. La gente te mira con cara extraña,  a veces con admiración y otras veces con pasividad; como si pensaran… “puf que ganas tendrá de sufrir sin necesidad” (estas personas son los segundos tentadores del trayecto). Pero yo sigo a lo mío, inmersa en mi reto personal.
El transcurrir del tiempo no estaba en mi horario, ya que no sabía ni la hora que era ni cuanto llevaba trotando, pero cada vez se hacía más y más intenso. Los cambios de ritmo, los impulsos acelerados y las ganas de cumplir con mi cometido. Los sonidos de mis oídos hacían que cada pisada fuera distinta, cada paso más rápido que el anterior… y eso poco a poco agotaba mi paciencia y mis fuerzas… pero lo estaba consiguiendo, el final ya estaba cerca.
Los últimos metros se me hacen cuesta arriba, las piernas me flaqueaban y los brazos no coordinaban… el polar me estorbaba en exceso pero aguantaba con él. De pronto llegan los últimos metros y suena en mi cabeza una canción demoniaca que me arranca las reservas explosivas… me pongo a correr llevada por el infierno y dejo que mis zancadas se prolonguen hasta el infinito. Por fin llego al portal de mi casa, toco el pomo y me quito los cascos.
De pronto siento como mi orgullo ha conseguido hinchar mi pecho oprimido por el polar sudoroso… por fin he logrado aquello que nunca había creído posible: CORRER CON LA MÚSICA DE ACDC!!, a través de un carril bici hacia el infierno y echando fuego por las deportivas…


LA VIE EN ORANGE

domingo, 22 de abril de 2012


Por qué siempre vuelve esa inspiración que tanto busco por el mismo culpable, por esa búsqueda incansable del ser humano por saber si puede llegar a ser considerado especial…
Puede existir una media naranja ¿? La naranja se ha caducado para todos ¿? Le faltan vitaminas a la naranja ¿? …. Que pesaditos nos ponemos con la fruta y eso que está comprobado que la solemos catar poco.
Muchos son los momentos en los que las personas vamos rodeados de gente y de pronto nos damos cuenta de que una presencia humana no es suficiente para estar completo, para sentirte como en casa por dentro mientras que por fuera te encuentras en un tren… un tren repleto de historias acompañadas de personas que contienen pensamientos. Esos pensamientos son prendidos por la mecha de una ilusión que proviene de diversos lugares: una mirada del chico de enfrente, la frente sudada de ese ídolo deportista de nuestros sueños, los deportes que nos gustaría practicar durante toda nuestra vida, la vida que llevamos y la que nos gustaría traernos de vuelta consigo.
Todo eso me ha dado por pensar en un trayecto de 20 minutos, sin embargo, el mismo pensamiento se asomaba por la esquina de mi existencia… la compañía siempre es necesaria: una pareja en el tren abrazada a sus recíprocas cinturas se miraban a los ojos contrarios como si fueran los suyos propios… abrazos por debajo del abrigo eran respondidos con caricias sobre la nuca. Sonrisas compartidas que se entremezclaban con momentos de melancolía. Con las maletas en la puerta se disponían a bajar del tren: juntos, fusionados y confusos entre un torrente de gente que empujaba por dejar el tren cuanto antes…
20 minutos en mi vida han servido para darme una lección: no es que la naranja carezca de fuerza, es la energía que nosotros le queramos dar a dicha pieza. La diferencia está entre la gente que está dispuesta a ir a la frutería a buscar la fruta adecuada: si nos centramos en peras, plátanos o sandías… la presentación será destacable en el momento de comprarla, pero nunca quedaremos saciados. Yo animo a buscar la naranja ideal (con eso no digo que el amor perfecto esté en Valencia, o a lo mejor sí quien sabe) y a saber exprimir bien su jugo, aunque nunca se exprima del todo… que siempre quede vitamina para dar hasta el final de nuestros días…
                                                   
                                                


Evocando a la antítesis de mi debilidad

viernes, 13 de abril de 2012

Por esos momentos que necesitas tener la compañía de la soledad y continuar en pensar y pararte en algún rincón de cierto lugar.
Me siento culpable por  ser consciente de que tengo alas y saber que soy perfectamente capaz de echar a volar en cualquier momento. Pero lo que me hace sentirme mal es tener un culo inquieto que no para de interconectarse con mis planes de futuro. Ahora esto y luego lo aquello, antes pensaba que aquí, ahora evito el pensarlo.

Siempre he sabido que las ataduras mentales son las que me pueden amarrar más fuerte a un lugar o a una situación, pero esos días de rayadas en blanco y negro van a convertirse en millones de puntitos de color que van a estallar en mi espalda para colorear y renovar mi vida como una habitación recién pintada.
Mucha pena sentiré por los que me quieren, pero estoy segura de que soy capaz de querer y recordar en la distancia. No soy de ideas fijas pero sí lo soy de sentimientos sobre las personas que demuestran que vale la pena echarlas de menos de vez en cuando.

Nunca he necesitado estar con alguien para sobrevivir, pero sí que he precisado de momentos a solas para poder respirar de nuevo, y con ello renovar mis propias ilusiones, que son pocas pero intensas si se llevan hasta el extremo. Porque no estoy para nada de acuerdo con un punto de equilibrio, si sientes algo  renovador empobreces su belleza si lo vives sólo a medias. Porque las medias tintas no son buenas, y una moderación sensorial puede hacer que un día con encanto se convierta en media jornada insípida…

Cada uno tiene su sitio y mi lugar está fuera de ninguna parte, sólo sé que poco a poco me percato de que la vida no comienza cuando naces, sino cuando las horas del día son efímeras, los saltitos por el parque son resquicios de tu efusividad interna o cuando los sueños no se conforman con pasar la noche contigo y se convierten en acosadores de esas escasas horas diurnas ocupadas en cumplir con lo obligado, en dar apariencia de normalidad.

En el mundo todo tiene una función: la hierba alimenta, el aire nos da el aliento y el amor a veces nos da alas… pero yo con ellas soy incapaz de volar, porque todo lo que sube baja, y las alas que yo tengo en soledad son una fuente de energía inagotable… mientras que las compartidas han resultado ser de cartón piedra.
Y es que sola surco los cielos de mis aspiraciones, nadie vuela jamás por este lugar salvo yo misma. Nunca dejaré acceso a esta parcela de la mente, porque si alguna vez lo hiciera, perdería el rumbo al libre albedrío, el mapa que me lleve de vuelta a mí misma…