Impulsos desvergonzados =)

Tic, tac, tic, tac... el tiempo pasa y tú pasas del futuro, lo que importa en cada paso es el momento de darlo.
Un, dos, tres... muevo la pierna y giro alrededor de ella; un brazo le acompaña y la cadena de mi perro se enreda en mis movimientos.
Mi sonrisa acompaña a la luz de la luna sin estrellas, cubriendo la soledad de una calle cuyo sonido se concentra en los cascos de mis oídos.
Esa pequeña bola de pelo, ese mejor amigo corre con sus cuatro patitas y por un momento pienso que se ríe de mí; por eso le dedico una sonrisa burlona y sigo junto a él bailando de forma destartalada.
 Cinco, seis, siete, ocho... mis pies susurran tímidos y mis labios bailan divertidos. Mis ojos piensan lo bonita que es la noche y mi mente visualiza mi propia presencia en ese mismo instante, siendo observada por alguien que se quisiera reír con mis locuras nocturnas.
Saltos muy pequeños se convierten en pasos acompasados, en deslizamientos "serpentinos", en giros desvergonzados aplaudidos por el público  de mi imaginación.
Mis pies intercambian gustos, miradas y posiciones, discutiendo con mis brazos sobre quién puede hacerlo mejor; uno, otro, delante, detrás, salto, giro... desembocando en unas ganas torrenciales de gritar al mundo sin sonido lo bien que me hace sentir el no querer escucharlo en ese instante, haciendo brotar de mi piel una desvergüenza impropia de mí.
De pronto abrí los ojos y me percaté de que estaba imaginando en voz alta; aunque la inmensidad de gestos realizados en esa noche pasada, en realidad se habían simplificado en un solo movimiento; ya que, sentada en el autobús con destino a ninguna parte, simplemente seguía el ritmo de mis impulsos internos mediante el golpeteo acompasado de mis pies sobre el suelo inmóvil...