"La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea algo interesante" Paulo Coelho




Una paz imprevista

martes, 21 de enero de 2014



Mi malestar era profundo y preocupante, y tú no lo sabías… como un pequeño que se ve incapaz ante nada y demasiado insignificante para realizar grandes gestas. Y tú no podías saberlo, porque incluso siendo mi alma gemela, una parte de mi mente está reservada solo a mí, siendo yo la  única que decide compartirlo o bien guardármelo para mí.  

Tenía miedo y me lo notaste… desnudé mi alma y vacié las preocupaciones de mi cabeza, dejándolas en la habitación, girando sobre nosotros. Las cogiste todas al vuelo y las hiciste desaparecer…NO TENGAS MIEDO, fueron tus palabras mágicas. Una frase con un trasfondo tan poderoso que provocaste que mis lágrimas hicieran presencia una vez más. Y aunque eso no es novedad, no eran lágrimas de agonía ni de agobio, sino de liberación. Porque solo necesitaba compartir contigo aquellas cosas que tanto me atormentan. Tu sola presencia a mi lado hizo de medicina curativa, poniendo un parche en cada herida y un beso dulce en cada pensamiento negativo. 

No siempre es así, y ese día fue especial. Las caricias valían por doble, los besos sabían distintos, la conversación era sencilla, sincera y de forma progresiva, de pronto, se tornó risueña… dejamos a un lado el aspecto más oscuro, y conseguiste conducirme hacia ideas de futuro, hacia anécdotas de felicidad.

 Me llevaste de vuelta a nuestro mundo,  aquel en el que tú y yo volvemos a ser dos extraterrestres que viven en un lugar ajeno al dolor, en el que una caricia vale más que mil regalos y promesas. Un lugar en el que el tiempo nos da la espalda para dejarnos intimidad, dejando que fluya nuestro cariño, encontrándonos cara a cara, sin distancias de por medio, sin barreras que impidan un abrazo tan fuerte que dé hasta dolor de costillas. 

Este escrito no es una carta de amor, tampoco es un recuerdo elegido al azar. Es el reflejo de mi concepción sobre lo que supone ser apoyo para una persona. Porque todos, absolutamente todos, necesitamos de un hombro en el que llorar… la diferencia entre un apoyo común y el de uno especial, es que este último no solo te ofrece el brazo, también te entrega el corazón. Eso solo lo hacen las familias, los buenos amigos, las buenas parejas. 

Son personas especiales, y esos momentos son fáciles de reconocer, cuando ocurren lo sabes. Mantienes esos instantes mágicos en la memoria, haciendo todo lo posible porque no caigan jamás en el olvido. Mi solución ante la mala memoria es plasmarlo en alguna parte, otros tienen sus propios métodos… lo importante es que esos instantes no acaben nunca, que llenen de luz nuestra vida cuando menos nos lo esperemos… porque es una de las características de estos momentos mágicos: que nunca sabes cuándo van a ocurrir.




Un nuevo despertar

martes, 10 de septiembre de 2013



No encontrar consuelo… no saber qué camino seguir.

Tener dudas, miedos, desconfianza en haber tomado decisiones erróneas.

Encontrarse solo, sin nadie que te escuche y te comprenda. 

Fracasar en la vida, no ver progreso en cada paso.

Tener temor al rechazo, a no encajar con el mundo…

Cuántas preocupaciones tienen las personas y qué poco tiempo tenemos para vivirlas. El sufrimiento es constante y, aún así, la felicidad existe y persiste en algún rincón de todas las mentes humanas.
Existen malas rachas que pueden arañar nuestra piel, llegando incluso a dejar cicatrices profundas. Pero todas las heridas se cierran, porque estamos hechos para superar obstáculos, no para atascarnos en un momento y lugar. 

Por eso vienen los buenos momentos, los muy buenos, los imborrables en nuestra memoria, la cual ansía mantener pensamientos alegres el mayor tiempo posible. Pero en esta vida nada es estático, todo está en constante movimiento por lo que no siempre estamos bien. 

Para buscar ese estado de paz y tranquilidad ansiamos las vacaciones, pero que caprichoso es el tiempo, que nos llegamos a cansar de los periodos de descanso, porque definitivamente el hombre no está hecho para estar parado. Esperemos que lo políticos se percaten de esto y acaben con la cifras de desempleo que tanto nos aprietan.  

Qué bueno el volver a llenar la cabeza de sueños y proyectos; aunque ello suponga vaciar la maleta de viaje, es necesario asentarse para dejar volar el ingenio. 

Con todo esto quiero desear una buena entrada en la rutina a todos aquellos que estén aún con la depresión postvacacional, y es que los periodos de cambio nunca son plato de buen gusto. Invito a saborear con paciencia este mes de septiembre, para así demostrar que somos culos inquietos, siempre dispuestos a progresar. 

¡Ánimo!
A por un nuevo despertar de mentes :) 

 


Bifurcación

lunes, 22 de julio de 2013



Estoy aquí para vivir, pero no vivo por no ser capaz de decidir por mi cuenta. Hago siempre lo que se considera correcto pero, como bien se sabe, la perfección y  las verdades absolutas no existen.
Porque una persona le haya ido bien en la vida, no significa que se deba seguir un patrón único para alcanzar la felicidad. Los caminos son a cada cual más variopintos, pero no por ello uno es más perfecto que otro. 

Las vidas cambiantes no son malas, porque todos de igual forma tenemos días malos y buenos, simplemente son puntos de vista distintos que aplicamos a nuestra forma de ser y de actuar.
Las malas noticias no las pone Dios como castigo por nuestros pecados, porque si así fuera, la vida de las personas perfectas sería un cuento de hadas, y creo que nadie en este mundo puede decir que nunca ha tenido problemas. 

No estoy aquí para hacer las cosas que quiero, pero tampoco las que debo: el derecho a equivocarme y a decidir son parte de mi condición, y como persona que soy decido no hacer siempre lo que los demás quieran, sino lo que yo decida; por otra parte, me comprometo a hacerlo correctamente, con responsabilidad y sensatez… porque la locura no es algo que me caracteriza, los que me conozcan lo saben.

Solo se necesita la libertad para ser feliz, pero esa libertad debe estar cargada de valores, aquellos que siempre me han acompañado y que me acompañarán. Una cosa son valores, y otra muy distinta son patrones: no quiero seguir un patrón, quiero marcarme mi propio destino. Los valores son la base, las decisiones son muchas, ¿quién debe decidir?: tu propia persona.  

Todo consejo está bien recibido, pero un consejo se da con margen de error infinito, o de acierto, según se vea o se experimente. Una decisión puede ser errónea y acertada, se ve con el tiempo, pero lo que nunca se ve son las decisiones que no se toman por miedo… el miedo borra nuestras huellas en el transcurrir de los días, porque si pasas de puntillas, todo queda más insípido. 

Las cosas que quieres y las que debes buscan un punto común, ese punto viene cuando se decide, las consecuencias son una multitud, pero estás enriquecen el alma porque vienen acompañadas de experiencias que pueden marcarte, es verdad que pueden hacerlo para mal, para sufrir, sin embargo, también pueden alegrarte la vida, ayudándote a disfrutar de ella como bien se merece. 

No pido nada, solo seguir

Ternura a cuatro patas

domingo, 23 de junio de 2013




Un amor perfecto es posible… por mucho que lo nieguen los pesimistas. Un cariño incondicional que nunca te va a dar la espalda, una devoción hacia tu persona que hace sentirte especial las 24 horas del día. Cuando estoy triste noto su presencia en el mismo instante en que derramo mi primera lágrima. Cuando estoy enferma es el primero que viene a apoyarme y a tumbarse en la cama junto a mí. 

El día que nos conocimos todo era confuso para los dos, pero en cuanto puse mi mirada en ti supe que de ese momento en adelante no iba a dejar de quererte nunca. Eres capaz de decirme cosas sin palabras, solo con tu presencia eres capaz de iluminar mis días grises. 

Cuando me enfado, me entiendes y cuando me alegro tu también estás contento. Es algo inexplicable, pero sé que llegaste a mi vida para darme comprensión y calor.

Por eso quiero decirte pequeño amigo, que cuando tus patitas peludas rascan mi cama por las mañanas despierto con ganas de abrazar la vida, por muy mal que esté todo. El poder cogerte en brazos para que duermas a mi lado, sintiendo ese calor que todos necesitamos en muchos momentos. Que tú te acurruques cual bebé buscando también algo de mí. Gracias por estar siempre ahí, por demostrar que la lealtad incondicional corre por parte de peluditos que, a cuatro patas, son capaces de mostrarnos la humanidad de la que muchas personas carecen. 

Gracias bolita peluda