Qué frustración más grande
cuando quieres y no puedes o pretendes y no sabes: el momento en el que la
niñez te abandona y debes enfrentarte al mundo con decisión. El problema viene
cuando es el propio mundo el que está perdido ¿cómo decidir lo que hacer y cómo
actuar cuando el mundo gira del revés?
Se podría decir que en estos
momentos, la desesperación está por encima de la esperanza en muchos lugares del
planeta: guerras, muerte, pobreza… aquello que descoloca y desconcierta; todo
lo que amarga y te hace pensar que no hay salida. Sin embargo, no se debe
abandonar el barco antes de llegar a puerto, porque si pensamos que todo es
oscuro y pesimista, el hoyo en el que nos encontremos se hará cada vez más
grande y el vacio interior que podamos sentir terminará por dejar huecos nuestros
deseos de cambio y de progreso.
Las personas más valientes
son aquellas que en la dificultad ven un reto en vez de una batalla perdida:
tener un espíritu de lucha, una intención de competir contra la adversidad para
conseguir ser más cabezones que el propio destino. Por lo tanto, no debemos
dejarnos arrastrar por esa idea de que todo irá mal, y aunque así nos pase,
cada rayito de sol que podamos considerar como algo positivo en nuestro día a
día, debemos aumentarlo y conservarlo como un pensamiento alegre que sirva de
reserva para otros momentos en los que todo parezca venirse abajo, porque como
dicen en una famosa película: solo necesitas polvo de hada y un pensamiento
alegre.
Dediquémonos a hacer realidad
nuestros sueños con ímpetu y sin dejarnos llevar por todo lo que va mal: solo
se necesita buscar esa cosita especial que te saque del pozo y te haga volar
más allá del cielo, para llegar al mundo en el que NUNCA JAMÁS existirá el
pesimismo.
1 comentarios:
Amén. Que nunca nos falte esa forma de afrontar las adversidades.
Besitos con dedales.
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