Tenía entendido que todos los
sentimientos del mundo tienen nombre y apellidos; sin embargo estoy convencida
que el que yo siento no puede ser catalogado por ahora de ninguna forma ni
color… No es una sensación de angustia, tampoco lo es de atontamiento,
simplemente es la necesidad de buscar comodidad, cobijo, apoyo… sin faltar
nunca mi dosis diaria de risas trasnochadoras.
Una sensación de que el mundo se
detiene y el reloj se acelera, que todos los minutos valen por doble y que las
miradas desbordan impresiones recíprocas de cariño y comprensión. Muchas veces
las palabras no son el medio más apropiado de comunicarnos, ya que muchas veces
las intenciones actúan como sustitutivos. Las ganas de abrazar el aire se hacen
cada vez más intensas, pero cuando sucede eso actúa la razón, para advertirme
que tengo que conformarme con las formas que las nuevas tecnologías me
proporcionan para estar en compañía virtual de una persona espacial… he dicho
bien, espacial y especial; porque a quien me refiero no proviene de este
planeta, es un extraterrestre que espera ser comprendido al igual que yo… por
eso podemos comunicarnos de una forma que nadie más puede entender. Una especie
de telepatía que hace que encuentre esa felicidad que busco a todas horas
durante todos los días.
Las sonrisas se multiplican al
caer la tarde, el aprendizaje sobre la vida es mucho más completo, los deseos
de abrazar aumentan hasta el infinito y las palabras que dejan huella son
escritas en nuestro diccionario personal para que no entren por una oreja y
salgan por la otra…
Todo en este mundo se marchita, todo
tiene un final o un deterioro; sin embargo, como bien he dicho, esta persona
vive en otro planeta y yo he podido ponerme en contacto con él para que me
lleve a ese mundo tan maravilloso, allí donde nuestra telepatía permite que hablemos
en otra lengua y experimentemos otros sentimientos… aquellos que quedan
escritos un nuestro diccionario privado…en nuestra historia aún por descubrir…
3 comentarios:
=) =) =) <3 <3 <3
Las risas nocturnas son las mismas, e incluso mejores; las ganas de abrazar el aire cada vez me ahogan un poquito más... sin embargo, todo acaba por definirse y puedo decir que ese sentimiento desconocido ha sido capaz de descubrirse ante mis ojos cuando un extraterrestre se bajó de su nave en una estación llamada Barajas con el objetivo de encontrarme... puedo decir que no era un marciano verde lo que vi en ese instante, ya que lo que realmente vi era un amor verdadero que se presentaba ante mis ojos :)
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