"La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea algo interesante" Paulo Coelho




Bifurcación

lunes, 22 de julio de 2013



Estoy aquí para vivir, pero no vivo por no ser capaz de decidir por mi cuenta. Hago siempre lo que se considera correcto pero, como bien se sabe, la perfección y  las verdades absolutas no existen.
Porque una persona le haya ido bien en la vida, no significa que se deba seguir un patrón único para alcanzar la felicidad. Los caminos son a cada cual más variopintos, pero no por ello uno es más perfecto que otro. 

Las vidas cambiantes no son malas, porque todos de igual forma tenemos días malos y buenos, simplemente son puntos de vista distintos que aplicamos a nuestra forma de ser y de actuar.
Las malas noticias no las pone Dios como castigo por nuestros pecados, porque si así fuera, la vida de las personas perfectas sería un cuento de hadas, y creo que nadie en este mundo puede decir que nunca ha tenido problemas. 

No estoy aquí para hacer las cosas que quiero, pero tampoco las que debo: el derecho a equivocarme y a decidir son parte de mi condición, y como persona que soy decido no hacer siempre lo que los demás quieran, sino lo que yo decida; por otra parte, me comprometo a hacerlo correctamente, con responsabilidad y sensatez… porque la locura no es algo que me caracteriza, los que me conozcan lo saben.

Solo se necesita la libertad para ser feliz, pero esa libertad debe estar cargada de valores, aquellos que siempre me han acompañado y que me acompañarán. Una cosa son valores, y otra muy distinta son patrones: no quiero seguir un patrón, quiero marcarme mi propio destino. Los valores son la base, las decisiones son muchas, ¿quién debe decidir?: tu propia persona.  

Todo consejo está bien recibido, pero un consejo se da con margen de error infinito, o de acierto, según se vea o se experimente. Una decisión puede ser errónea y acertada, se ve con el tiempo, pero lo que nunca se ve son las decisiones que no se toman por miedo… el miedo borra nuestras huellas en el transcurrir de los días, porque si pasas de puntillas, todo queda más insípido. 

Las cosas que quieres y las que debes buscan un punto común, ese punto viene cuando se decide, las consecuencias son una multitud, pero estás enriquecen el alma porque vienen acompañadas de experiencias que pueden marcarte, es verdad que pueden hacerlo para mal, para sufrir, sin embargo, también pueden alegrarte la vida, ayudándote a disfrutar de ella como bien se merece. 

No pido nada, solo seguir