"La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea algo interesante" Paulo Coelho




Un concierto...una ilusión sin descripción

lunes, 26 de marzo de 2012

La sensación de felicidad infinita es tan abismal que hasta asusta poder rozarla con los dedos… pero cuando lo consigues creo que la reacción más sincera es la de no dejar de sonreír ante el placer de sentirte plenamente agraciada.
Muchos han sido los sentimientos que he podido experimentar a lo largo de mi vida, pero no todos te dejan un sabor tan dulce como el que yo pude degustar en el día de ayer.
Todo lo que voy a escribir a continuación puede sobrepasarse de tierno y empalagoso, pero de vez en cuando necesito pegarme un atracón de una sencillez “hipersubjetivamente” sentimental.
Pocas veces las canciones provocan en mi cuerpo movimientos involuntarios como el erizar de los pelos, o los vuelcos al corazón. Sin embargo, ayer creo que fue mi cuerpo en su totalidad el que se puso boca abajo. Mis sentidos se agudizaron, mi piel se erizó y mis pies se desbocaron. Una  sensación de explosión interna que nunca podré apartar de mis recuerdos, porque el impacto fue demasiado fuerte como para poder ser olvidado.
Siempre con algo entre las manos pero con nada en el estómago, sentada algunas veces por el agotamiento y excitada en otras muchas por la impaciencia. Sólo quería alcanzar la cúspide de mi felicidad, y la forma de conseguirla era desatando las riendas de mi vergüenza para dejar paso a mi auténtico volcán oculto, a mis ganas de disfrutar de la vida a través de la música.
Las luces aún estaban encendidas, pero la gente ya estaba anclada en la primera fila… a correr se ha dicho!! Tranquilamente me fui haciendo a la idea de que el momento que había estado esperando durante tanto tiempo iba a convertirse en realidad delante de mis narices. Estar tan cerca me asustaba, pero era incapaz de alejarme un centímetro de la valla de seguridad. Mi nerviosismo se reprodujo en multitud de golpecitos tensos de mis pequeños pies sobre el suelo de piedra. Quería que empezara ya a la vez que deseaba que no llegara nunca… todo un quebradero de cabeza que me hacía sentir triste a la par que entusiasmada.

Chila Lynn y su banda 
Los preliminares musicales amenizaron de una forma encantadora el advenimiento de la gran noche. Con una voz tan prominente como su pelo, la jovencísima Chila Lynn supo encandilar al público madrileño con su voz sensual de femme fatale.
Tras ese suculento tentempié volvimos de nuevo a la espera desesperante, cada vez pisándome más los talones desgastados por la agitación masiva de mis nervios.

Poco a poco la sala se fue llenando de un humo que rasgaba la garganta, las luces se fueron apagando lentamente y la gente comenzó a silbar y a vitorear el comienzo del espectáculo… Mis ojos secos intentaban no perder un detalle del momento que se avecinaba, era como si la cámara de video y de fotos fuera mi propia memoria, es más, me negué en rotundo a perderme ese momento del instante presente por tener un recuerdo material para el futuro.
Un músico, dos, tres…todos colocados, todos sonrientes e impacientes. Yo paralizada, tensa, expectante y acelerada; un auténtico volcán a punto de explotar. La música empezó a sonar, la batería era mi señal personalizada de que era el momento de sentir de verdad, de gozar sin desparpajo ni timidez, de expresar con el cuerpo lo que era incapaz de mostrar con palabras (ya que no podía articular ninguna).

De pronto apareció sin más… esa sonrisa tan característica, ese rostro tan familiar, tan dulce y sencillo. Lleno de energía, con saltos y sonrisas nos dio su particular bienvenida al show, invitándonos a compartir con él esas ganas de divertirse que no quiso ocultar en ningún momento.
Su guitarra como compañera, los músicos como los mejores colegas. El público como la motivación necesaria para que la alegría llenara el último rincón de la sala. De un lado a otro bailaba, cantaba e incluso se contoneaba. Esos movimientos de cadera se coordinaban con el ritmo de sus pies y con toda su energía vital en general.
En mi mente solo estaba un pensamiento: el mejor regalo que me puede ofrecer este hombre es compartir su don delante de mí…el don de ser un verdadero artista.

Desde el comienzo hasta el final, no paré nunca de mostrarme tal y como me sentía, era yo en toda mi esencia. La luz propia de JAMES que tanto me enamoraba se reflejaba de lleno en mi rostro, como si de un foco se tratase. Me sentía estúpidamente feliz, con una sonrisa fija e insustituible por un rostro normal, Era incapaz de dejar de sonreír…

Saltos y aplausos, miradas, sonrisas, diálogos incomprensibles para mi sordo oído inglés que pudieron ser sofocados por una mímica asimilable para todos los públicos. Fue capaz de crear un paraíso terrenal, con palmeras incluidas,  del que yo no quería salir nunca.

Pero todo tiene un final…y aunque ya se haya pasado la fecha del 25 de marzo, esa música, ese momento…ESE HOMBRE RISUEÑO! Siempre van a tener un lugar In my dreams.
No conseguí abrazarle, tampoco estar tan cerca como me hubiese gustado... pero no importaba. Su voz era más valiosa que todos sus discos y fotos firmadas. Sin embargo, tuve el honor de conocer a su hermano Laurie, un hombre que aparentaba seriedad pero escondía dulzura en su interior. Fue un auténtico placer hacerme una foto con él.

Si hay algo que se me da bien, es el agradecer de corazón los regalos que me puede brindar la vida. Y uno de esos regalos tiene nombre y apellidos, tiene voz y buen corazón: James Morrison.
Lo único que me quedó por decir esa noche fue una frase precocinada, pero hecha con todo el cariño del mundo desde mi más sencilla opinión para mi voz favorita, para mi artista preferido:

Your music is my precious love =) =)


resquicios de una morriña

viernes, 23 de marzo de 2012

 Y estar paseando a oscuras y no sentir miedo. Estar caminando en invierno y no sentir frío. Un día lluvioso que suele replegar los pensamientos más oscuros en las mentes más agoreras. Mientras que en la mía luce un sol propio que sonríe a un día líquido y gris.
Refugiada en mi gran abrigo de campaña, cobijada en mi capucha de pelo es mi propia melena la que se deja empapar por este día de ramos de paraguas multicolores. Las botas de agua invitan a pisar de charco en charco y tira porque me toca.
Una ligera llovizna invadía el lugar. Mucha gente agobiada por la situación corría de un lado para otro buscando evitar esa ligera amenaza. Sin embargo, yo ansiaba encontrarme con ella, ya que para mí no era una amenaza sino más bien una caricia, un susurro al oído que no decía nada y a la vez me hacía sentir todo.
Andando en el vacío de la calle desierta me paro a escuchar mi melodía interna… algo me dice que no estoy en mi ciudad, sino en un lugar donde todo es más puro, más verde, más húmedo… donde el ruido de los coches es sustituido por el cantar de los pájaros y donde hasta las plazas del centro de una ciudad esconden una historia propia de un romancero.
Lugar donde yo me enamoré por primera vez de un ente que siempre corresponde a mis peticiones pasionales y románticas. Nunca se agota de darme el cariño que tanto busco, porque hasta debajo de las piedras mojadas pienso que son las hadas del bosque las que me hablan de la dulzura, de la serenidad, del reencuentro con tu propia esencia.
Sigo con los ojos cerrados y sigo en ese sueño que tanto me fascina. Ese lugar por el que tanto suspiro y por el único por el que vale la pena dar todo cuanto tienes a relucir. Porque una persona te puede olvidar, un amor puede no ser como se pensaba. Sin embargo, una patria querida que nunca se marcha estará siempre ahí de la misma forma y con la misma sonrisa. Esperando a ser abrazada por los brazos de alguna chiquilla encandilada por su forma en que la mira, por su forma en que la espera, por la manera en la que la muchacha piensa que de todos los sueños por desear el único que pediría sería el de transformar su paraíso terrenal en un hombre al que besar, en lugar de la fresca hierba, con unas manos con las que enlazar las suyas, en lugar de acariciar la corteza de aquel árbol…
Abro los ojos y noto el recorrido del agua por mi frente, mis párpados, mis pómulos y mi cuello. No hay recompensa más placentera que unas gotas me hagan soñar despierta. Un día para recordar recuerdos húmedos en los que me encontraba sola en un bosque encantado, relajada en no pensar y preocupada en olvidar que el tiempo no se detiene. Aunque juraría que en ese momento la tierra se paró para mí…

Mejor pasarse o quedarse corto… ¿?

lunes, 19 de marzo de 2012


La incertidumbre es la sensación más parecida a caer al vacío, pero sin saber si un colchón te va a recoger del suelo. Puede que caigas y rebotes, llegando incluso a tocar el cielo. Aunque otras veces no te libras de una caída similar a las del coyote cuando no cazaba al correcaminos.
Todo momento de cambio se presenta en el momento idóneo, y si todo se hace sin prisa se puede llegar  conseguir tus sueños más ansiados, pero una cosa mal hecha y acelerada no va a ninguna parte.
No consiste en exigir, se trata en dejar que fluyan las ideas, los planes, los sentimientos. Muchas veces la comodidad con las personas se convierte en una tensión incomprendida, una inestabilidad que hace que surja esa incertidumbre que tanto incomoda. Porque todo a veces puede ser más fácil, o también más bonito. Lo que no implica que el camino que lleve a lo bonito sea siempre el más fácil.
¿Arriesgarse? O ¿conformarnos? Una decisión difícil. Una angustia que excita a la idea de enriquecer más nuestra vida. El único inconveniente es cuando apostamos cosas que ya de por sí son fantásticas; que en su hábitat están perfectamente bien y lo que arriesgas es intentar que esas cosas pasen a otro nivel.
Otro problema es cuando te conformas con lo ganado y piensas que habría pasado si hubieras tirado otra vez el dado del azar o del destino. Imagino si no hubiera intentado cosas… mi vida no sería como es ahora.
No quiero cambiar lo que tengo, simplemente me gustaría mejorar, pasar a otro nivel, intentar hacer de mi vida una aventura más apasionada de lo que es ahora. Sin embargo esos cambios exigen valentía y decisión…creo que no puedo, porque todo es demasiado bueno como para replantearme alcanzar una posible perfección. Dejarlo como está es la decisión acertada en muchas ocasiones, pero… qué hacer cuando lo que buscas no te quiere encontrar pero tampoco perderte… un quiero y no puedo que te incita a atreverte y lanzarte a la piscina vacía y sin casco. Sientes una tensión que antes no existía, una forma de mirar que antes no había, unos gustos compartidos que ignorabas de su existencia. Todo se mezcla y confunde, pero en el fondo sabes que el pesimismo es la mejor solución para no sufrir. Hacer frente al miedo de arriesgarte a perder algo importante es difícil, pero más difícil es aceptar que es posible que ese riesgo conlleve a aumentar más tu felicidad.



Dedicado a una persona impersonable


Puede que el título desconcierte de buenas a primeras, pero he de asegurar que de la persona de la que voy a hablar no puede ser solo persona… está a otro nivel.
Siempre enredado en preguntas sin respuestas, en gestos sin correspondencia… todo eso piensas que te hace más pequeño, más solo por el hecho de cuestionarte esas incomprensiones eres la persona más grande de todas.
Desde pequeñito has ido asegurándote de que ibas por el camino de la virtud, al igual que has intentado acompañarte de gente que quiera compartir esa travesía con alegría y espontaneidad. Siempre con alguna idea corriendo por tu cabeza, alguna ilusión de la infancia aún por hacerse realidad. Una mentalidad de niño con responsabilidades de adulto que ha hecho que en ocasiones pierdas esa luz que te caracteriza, esa ilusión que siempre has evitado a toda costa que se apagara.
Aquí estoy para decirte todo lo que significas para mí. Eres lo más parecido a un superfilósofo de los tiempos de mi colega Platón. Un hombre con espíritu libre y con sentimientos profundos que tiene como misión en esta vida el demostrar que es posible en estos tiempos que corren el encontrar personas capaces de arrancarte una sonrisa sincera, aún cuando en lo último en lo que piensas a veces es en sonreír.
Todo un ejemplo a seguir en lo formal y lo informal del día a día. Un consejero excepcional que ha sabido levantar el pensamiento de que una familia unida y con encanto es posible. Que siempre hemos tenido tu cariño, nunca nos has negado tu hombro. Es más, nos dabas tus abrazos como regalo extra.
Tú pasión por la música nos ha hecho ver que hay pequeños placeres que la vida te ofrece y te invita a seguir descubriéndola. Tus ganas de que todo vaya bien y a su debido tiempo muchas veces han servido para poner paz a los momentos de tempestad.
Siempre has estado ahí cuando lo hemos necesitado. Además de que no solo como padre, ante todo como amigo. Puede que el mejor amigo del hombre sea el perro; pero disculpando el cariño incondicional que le tengo al pequeño de la casa, tengo que decir que cada día estoy más orgullosa de tener un amigo-padre como tú.
GRACIAS por ser como eres y por estar siempre ahí, y ya sabes que aunque no podamos todavía hacer maratones siempre nos quedará el andar todos juntos por ese camino virtuoso que tanto has querido mostrarnos.
FELIZ DÍA DEL PADRE PAPÁ =) 

Siento...eso que tú sientes...

martes, 13 de marzo de 2012

Poca gente  hoy en día se arriesga a decir que se ha enamorado, porque todo el mundo desconfía de esa palabra. Como si de un contrato se tratase, las personas tenemos auténtico pavor a firmar ese acuerdo simbólico.
¿Cómo distinguir entre querer y enamorar?
Cuando quieres algo, si no puedes tenerlo buscas un sustitutivo: si no hay nesquik compras cola cao. Con el amor ocurre algo similar.
Puedes ansiar con pasión poseer a esa persona que te activa cada vez que la ves, pero no estarás hablando de amor cuando después de haber disfrutado de un momento de pasión no queda en tu interior esas ganas interminables de enlazar tus brazos con los de tu delicado tesoro, aquel que has acabado de besar, de desear... de sentir por completo. Si eso no ocurre es porque, sin querer, en alguna caricia han pulsado tu botón de desactivar.

Enamorarte va mucho más allá de unas mariposas en el estómago. No hay animal lo suficientemente grande como para equipararlo con esta sensación.

En incontables ocasiones el ser humano se siente solo, pero no por eso debe de encariñarse de lo primero que ve. Es como la enfermedad del comprador compulsivo: sientes la necesidad de estrenar algo cada vez que vas de compras, pero en el fondo sabes que esa chaqueta de piel no es la piel que te gustaría sentir en tu propio cuerpo...
Desde mi imaginación me retracto y escribo lo que mi mundo de fantasía entiende por amor:
Una carrera alrededor del tiempo eterno, un planeta flotante sin prisas ni amarguras. Una manera de demostrar que la bondad en las personas puede convertirse en una fuente de energía inagotable.

El amor de la persona adecuada corresponde con una pasión ininterrumpida. Los momentos de placer no sólo duermen entre las sábanas, ya que son capaces de descansar en la sonrisa de esa criatura, aquella que nunca te negará el sonreír al cariño que tiene por ti.
Muchas veces el pesimismo y la pérdida de la esperanza hacen de nosotros presos de nuestra forma de disfrutar la vida, de nuestra capacidad de intensificar las vivencias al máximo permitido. Sin embargo, cabe preguntarse: si dejamos de probarnos abrigos de pieles...¿cómo saber cuál es el idóneo?

Sé que en algún lugar debe existir, mi mundo imaginario me lo dice:
Tiene que estar en este mundo la persona que no tenga nada para muchos pero tenga todo para ti. Que sea capaz de pedirte permiso para vivir contigo una aventura conjunta, que adore a sus amigos como tú a los tuyos y viceversa. Que ría con tus estupideces y tenga la necesidad naturalmente bella de abrazarte y mirarte cada vez que sienta eso por lo que estoy escribiendo este trocito de mi pensamiento.

Si pienso así es porque en mi mundo imaginario es posible; al igual que es posible que resuciten los dinosaurios, aquellos animales estarán en mi estómago el día que me dé cuenta que el amor también es posible en el mundo real.

De vuelta a mi niñez

domingo, 11 de marzo de 2012

Cómo me iba a imaginar que pudiera haber un sentimiento tan poderoso!!
Está visto que el amor tiene infinidad de puntos de vista, lo que no sabía que todos fueran tan intensos y enriquecedores.
El cariño y la diversión se respiraba en el ambiente entre pinos y columpios oxidados. Cada minuto escondía un sentimiento especial y espiritual proveniente de la infancia.
Las ideas que se han destapado en este pacífico lugar estaban impregnadas de la más tierna sencillez; al igual que han llegado a ser objeto de estudio y comeduras de cabeza de muchos filósofos: ¿somos libres? ¿Qué son los sueños?¿cómo se pueden hacer realidad?
Todas esas pequeñas cabecitas estaban repletas de pensamientos inquietantes, de deseos y sueños que aunque puedan no cumplirse nunca estaban reforzados por un sentimiento poderoso: LA ESPERANZA.
Alguien muy sabio dijo una vez que si  queremos llegar al cielo tenemos que aprender a ver a través de los ojos de un niño… nada se puede rebatir a esta evidencia, ya que no hay mejor visión del mundo que la que puedan tener unos chiquillos inquietos por descubrir qué es lo que espera la vida de ellos.
Muchas son las preguntas que se han planteado en todo este fin de semana, aunque todo sobre una misma temática que englobaba la libertad con nuestros propios sueños. Todo podía llegar a tornarse o interpretarse de una manera casi mística, aunque siempre los niños están ahí para hacer de las ideas pensamientos visibles a todos los públicos.
Puede que en incontables ocasiones hemos deseado cambiar de vida, ser otras personas, e incluso tener súper poderes. Multitud de deseos salían de esas boquillas risueñas, de esas miradas llenas de vida. Uno tras otro, los muchachos compartían con sus amigos y monitores qué sueño les gustaría que se hiciera realidad. El hambre en el mundo se acabaría más de cinco veces, los hermanos se portarían mejor entre ellos otras cinco y las palabrotas se borrarían del vocabulario de muchos de los allí presentes; sin embargo, uno de ellos se saltó el protocolo onírico y compartió una frase que hizo que todo el mundo en la sala se quedara pensativo: “YO SÓLO SUEÑO SEGUIR SOÑANDO”…
He aquí un ejemplo de como muchas veces un niño puede dejar sin palabras a un adulto. Desde ese preciso instante me di cuenta qué sueño me gustaría que se hiciera realidad en mí:
"Yo sueño con poder ver siempre a través de los ojos de mi infancia, así tendré presente que un mundo perfecto es posible si se observa siempre con buenos ojos"
 Y tu...¿Qué es lo que sueñas?